lunes, 29 de junio de 2015

Los otros ciervos


Por Eber Gómez Berrade
  
Los cazadores locales que se animan a realizar cacerías fronteras afuera, suelen encontrarse con la posibilidad de obtener especies poco frecuentes y no muy populares como es el caso de algunos ciervos que habitan lugares tan distantes como América del Norte, Nueva Zelandia, Europa o Asia. Estos “otros ciervos” son el Wapiti, el Cola Blanca, el Mula, el Sitka, el Corzo, el Sambar, el Rusa y el Sika. Lo que sigue, es un análisis de cada una de estas especies, que -muchas veces- o no se conocen, o se confunden por similitudes taxonómicas, pero que de todas maneras, se han convertido en emblemáticos trofeos representativos de los más variados ecosistemas del mundo.
La gran familia de ciervos, o Cervidae, de acuerdo a su nombre científico, cuenta con más de 90 especies distribuidas por todos los rincones del planeta. Muchas están protegidas por CITES como nuestros huemules y venados de las Pampas, y otras se han convertido en las más cazadas de la historia como el Cola Blanca de los Estados Unidos o nuestro inefable Colorado en Europa, Nueva Zelandia y Argentina. Hay también ciervos muy raros como el tufted deer o ciervo de copete de China.
Sin embargo, para este análisis he elegido a ocho especies, que suelen ser muy representativas, de cacería exigente y por lo tanto, de las más buscadas por los cazadores internacionales.

Características comunes
Estas ocho especies de ciervos, comparten varias características comunes. En primer lugar ninguno de ellos suele figurar en los puestos estelares del menú de opciones que ofrece América del Norte, Europa o Nueva Zelandia en materia de cacerías. En general, cuando pensamos en Alaska, pensamos en el gran Oso Pardo o en el Alce Gigante. Si hablamos de Nueva Zelandia, un ciervo Colorado inmenso y de genética nos viene de inmediato a la mente. Sin embargo, me permito sugerir que -una vez pasado el deslumbramiento inicial al evaluar estos destinos cinegéticos-, el cazador deportista fije sus ojos e intereses en estas especies de astados que sin duda alguna constituyen un gran desafío y una inmejorable oportunidad de obtener verdaderos representantes de fauna muy ajena a lo que estamos acostumbrados a ver y cazar en nuestra tierra.
La otra característica que tiene en común es que su cacería no representa grandes diferencias entre una u otra especie, independientemente del lugar donde se los cace. Ya sea que se vaya por el gran Elk americano, se elija un Sambar neocelandés, o un pequeño corzo austríaco, el cazador deberá enfrentarse a largas caminatas, entre montañas y bosques, debiendo ser muy cauteloso a la hora de la aproximación final. Nada muy distinto a nuestras bramas de colorado en La Pampa o Patagonia según sea el caso. Lo que forzará el que lo intente, a poseer un estado físico apto para largos recechos y condiciones climáticas variables.
En término de armamento, también existen grandes similitudes con nuestras cacerías de colorado, damas o axis. Armas livianas y con excelentes ópticas serán obligatorias para alcanzar un desempeño exitoso.
Obviamente existen diferencias de porte entre el Elk (equiparable a un colorado grande), y el Corzo, (equiparable a una Corzuela roja). El resto son ciervos de porte mediano, que permitirán distancias de tiro de media distancia en el monte a tiros largos en ambiente de montaña. Por lo tanto, los calibres recomendados deberán ser rasantes en todos los casos, y podrán ir desde el .243 Win. o .270 Win., hasta el .300 Win Mag. o 7 mm Rem. Mag. según sea el caso.
Ya sea que se vaya tras un Sika free range en Nueva Zelandia, o de un Sitka, también free range en los valles de Alaska, recuerde siempre llevar la mejor munición que pueda conseguir en el mercado, con la que además deberá practicar y regular. Tiros largos, a especies esquivas y en climas cambiantes, requieren el uso de lo mejor que se disponga, tanto en armas como en equipo de caza y municiones.

Elk o Wapiti
Si comenzamos nuestro viaje en busca de otros ciervos, por el norte de América nos vamos a encontrar con el Elk o Wapiti, y en su denominación científica cervus canadensis. Ojo, a no confundirse porque en Europa es habitual que llamen Elk al Alce.
Existen once variedades de Wapiti, y ese nombre proviene de los indios americanos Shawnee y significa anca blanca. En América del Norte se distribuye por los estados del oeste como Oregon, Idaho, Montana, Wyoming, Clorado, Nevada, Arizona, etc. En Asia existen siete subespecies que habitan el Kyrgiszstan, Mongolia, el sur de Siberia y partes de China. Es una de las especies de cérvidos que fueron introducidos en Nueva Zelandia con gran éxito, siendo allí y en América los lugares donde es más habitual su cacería.
En términos físicos es bastante similar al ciervo colorado, aunque un poco más grande. Su pelaje es marrón claro en el cuerpo y oscuro en el cogote. Posee una gran cornamenta y su estatura promedio puede llegar a un metro y medio a la grupa. El peso promedio de un macho adulto alcanza a veces los 450 kilos. En Nueva Zelandia las manadas libres de Wapiti se encuentran en la zona de Fiordland, en la isla Sur. Allí la brama comienza a mediados de Marzo y se extiende hasta Abril. Debido a las condiciones climáticas y el terreno en donde se lo caza, tanto en Estados Unidos como en Nueva Zelandia, el cazador debe estar en buena forma física y contar con un equipo adecuado a las exigencias de la cacería. En Estados Unidos el record inscripto en Rowland Ward es de 70 ¼ de pulgada de longitud en su cuerno principal, y fue cazado en 1898 por W. F. Sheard. De los introducidos en Nueva Zelandia, el número uno alcanzó 60 pulgadas y media en su vara principal, cazado en 1931 por A.D. Mc Donald en la localidad de Fiorland, en la isla Sur de ese país.

Cola Blanca
El Cola Blanca es sin duda el rey de los ciervos de América del Norte. Es el más popular, el más cazado en la historia de ese país y el de más amplio rango demográfico en todo el territorio. Se los encuentra desde el sur de Canadá, en todos los Estados Unidos, México, así como también en América Central y el norte de Sudamérica. Existen treinta y ocho subespecies que se dividen para los fines cinegéticos entre las del norte y las del sur.
Este ciervo fue introducido también en Nueva Zelandia, Finlandia y República Checa. Sin dudas, los dos destinos característicos de cacería son en la actualidad Estados Unidos y Nueva Zelandia. Allí en el archipiélago neozelandés, se encuentra la única población de las subespecies boreales (del norte) en el hemisferio sur, y se lo puede cazar durante todo el año. Las mejores áreas allí son: el Lago Wakatipu y la isla Stewart en donde hay grandes manadas en campo abierto.  
El cola blanca o white tailed deer, lleva por nombre científico odocoileus virginianus, y es considerado un ciervo de porte mediano. Puede alcanzar una altura a la cruz de 1 metro, y pesar hasta 200 kilos. Tiene un pelaje marrón claro, con mancha blanca en la base del cogote, el abdomen y la parte interior de la cola como es obvio imaginar. Su cornamenta es mediana de una forma muy particular y casi siempre muy simétrica. En los Estados Unidos hay censados unos 30 millones de ejemplares y unos 13 millones de cazadores de esos ciervos. Es sin dudas, el trofeo más popular de ese país y uno de los más arquetípicos para aquel que tenga intención de contar con algo representativo de esa parte de América en su sala de trofeos. Existen numerosas maneras de cazarlos, al acecho en apostaderos, sobre stands en los arboles y al rececho, y se usa para eso desde escopetas, arcos y flechas (muy populares en el país del norte), ballestas, armas de avancarga y por supuesto rifles de mediano poder. Existen excelentes trofeos en las montañas Rocallosas y en los estados del medio oeste. El número uno en Rowland Ward midió 32 ¼ de pulgada de longitud en su vara principal, y fue cazado en 1913 por J.C. Philips en el estado de Michigan.

Mula
El ciervo Mula, o Mule deer es de la familia de los odocoileus hemionus, al igual que el ciervo cola negra o black tailed deer. La diferencia entre ambos está dada sólo por algunas sub especies de esta familia. Es al igual que su pariente cola blanca, otro de los grandes emblemas estadounidenses. El nombre viene por las orejas grandes como las de las mulas.  Se distribuye casi con exclusividad en la zona oeste de los Estados Unidos, partes del sur de Canadá y norte de México. Hay unas siete subespecies, tres de las cuales están clasificadas precisamente como cola negra. Puede llegar a tener una altura de un 1.70 metro, y llega a pesar hasta 200 kilos. Su pelaje es marrón claro, con un collar blanco sobre el cogote, y una mancha blanca en la cola. Su cornamenta simétrica del estilo del cola blanca. Los mejores trofeos se encuentran en Idaho, Wyoming, Montana y el sistema de las montañas Rocallosas. El record en el libro de Rowland Ward tiene 34 pulgadas de longitud en el cuerno principal, de un ejemplar obtenido por J. G. Millais en 1913 en el estado de Wyoming.

Sitka
El Sitka es en realidad una subespecie de ciervo Mula, pero como también recibe el nombre de Sitka de cola negra, muchas veces se lo confunde con el Cola negra o Black Tailed deer de Estados Unidos. Así que ojo con los malos entendidos. Para eso lo mejor es recurrir siempre a la ciencia de la taxonomía y cotejar las denominaciones científicas a la hora de planificar una cacería de este tipo. En general, no hay malas intenciones comerciales en estas confusas denominaciones, como sí suele ocurrir con los osos negros de pelaje marrón comercializados como osos marrones, o los alces de la Columbia Británica que pasan como alces gigantes de Alaska. El trofeo más grande anotado fue el cazado por el Dr. H. M. Beck en Alaska en 1921 y que llegó a medir 31 pulgadas de longitud en su vara principal.

Corzo
El corzo, Roe deer o capreolus capreolus, es el cérvido más pequeño de Europa y Asia. Hay dos variedades, la más común que se distribuye en toda Europa y otra que habita Siberia, Corea, sur y centro de China.
Para los cazadores, los trofeos más comunes son los europeos. Una cacería de corzo, representa de hecho, la quintaesencia de la caza europea, llena de tradición, emoción y buen gusto. Los machos adultos llegan a tener una altura de 650 cm, y un peso de no más de 60 kilos. Su cornamenta característica, su pelaje color te con leche y su distintiva boca negra, junto con su alto grado de alertas ante el peligro, lo hacen uno de las especies más buscadas por los cazadores internacionales. Los trofeos más característicos provienen de Escocia, Alemania, Austria, Polonia, Bulgaria y Hungría.
El corzo anotado en el Rowland Ward en el primer puesto, data del año 1976, logrado por C. Muff en el Cáucaso, y que llegó a medir 14 7/8 de pulgada de longitud en la parte más larga del cuerno.

Sambar
Este es un ciervo asiático, que se distribuye originalmente en India, Bangladesh, Sri Lanka, Malasia, Indonesia y las Filipinas. El Sambar o cervus unicolor, puede obtenerse hoy día sólo en Nueva Zelandia donde fue introducido con mucho éxito hace unos años, así como en algunos cotos de Australia y Estados Unidos.
Existen cuatro subespecies similares morfológicamente entre sí. El Sambar es un típico ciervo de seis puntas, como el Axis. En general alcanzan una altura a la cruz que va de medio metro a un metro medio, y su peso varia de 100 a 200 kilos. La coloración de su piel es marrón con una mancha blanca en el cogote que es característica de su especie, teniendo algunos pelajes blancos en el vientre, las patas y cerca de la cola. Es un típico ciervo tropical con una gran capacidad de adaptación al medio, estando cómodo incluso en alturas que llegan casi a los 3000 metros sobre el nivel del mar, como en el caso de Nueva Zelandia.
Los machos pueden ser solitarios o gregarios indistintamente dependiendo del terreno que habiten. Son agresivos y han registrado comportamiento de ataques cuando se lo intenta capturar con perros.
El Sambar fue introducido en Nueva Zelandia en 1875 de ejemplares llevados de Sri Lanka e India, y es allí y en Australia los únicos lugares del mundo donde se los puede cazar, ya que en la mayor parte de los países donde tiene su hábitat natural la cacería está prohibida. Por su tamaño, que lo ubica como el segundo más grande de Nueva Zelandia, y dificultad en terrenos free range, es uno de los trofeos más apreciados en el área del Pacífico Sur. Los meses de cacería suelen ser mayo, Junio y Julio. Rowland Ward registra como especie introducida en su puesto número uno, al obtenido por R.G. Hills en la isla Norte de Nueva Zelandia en el año 1927 que tiene una longitud de su cuerno principal de 40 pulgadas y media .

Rusa
Este ciervo es de hecho una subespecie del Sambar. Su nombre científico es cervus timorensis. Provienen originalmente de las islas de Timor Oriental, Java y Bali. Fueron introducidos en el norte de Australia, en la isla Norte de Nueva Zelandia, en la isla Mauricio, en Nueva Guinea, Nueva Caledonia y en las islas Fiji. Tiene hábitos bastante similares al ciervo Axis, se mueve en planicie por su refinado sentido de alertas ante predadores, es muy elusivo y difícil de recechar. Su pelaje es una mezcla entre marrón y gris, su estatura ronda el metro y su peso difícilmente sobrepasa los 130 kilos.
Los mejores trofeos provienen de las manadas libres de Australia y de Nueva Zelandia, especialmente las manadas del norte de Te Urewera y las del río Whakatane en territorio maorí. El record según el Rowland Ward llego a medir 38 5/8 de pulgada, cazado por MC. Maroussem en la isla Mauricio en 1980.

Sika
El Sika es un ciervo asiático que se distribuye en el este de Siberia, Manchuria, China, Corea, Japón, Taiwán y algunas islas adyacentes. Su nombre científico es cervus nippon y cuenta con más de trece subespecies.
Fue introducido con mucho éxito en Nueva Zelandia, y algunos cotos de los Estados Unidos e Inglaterra. Se estima que las grandes poblaciones de este ciervo en la isla Norte de Nueva Zelandia, pertenecen a las subespecies de Manchuria y de Pekín. Es un ciervo mediano, de pelaje marrón oscuro y una típica mancha blanca en la cola. Un macho adulto alcanza una altura de 1.40 metro y un peso de 80 kilos aproximadamente. Su cornamenta habitualmente tiene ocho puntas pero puede llegar a tener doce. Es un excelente trofeo estético y de difícil captura. Otro gran desafío que ofrece Nueva Zelandia. El record de Sika introducido, fue el obtenido por M. Matsuka, en 1990 en Nueva Zelandia que alcanzó una longitud del asta principal de 34 pulgadas y media.

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