martes, 20 de julio de 2010

Técnicas de tiro en el safari africano


Técnicas de tiro en el safari africano
Por Eber Gómez Berrade

A la hora de apretar la cola del disparador frente a una pieza de caza, la máxima que se impone, siempre ha sido la de tirar con la humana certeza de abatir al animal con el primer disparo. Para lograrlo, el cazador deberá contar con un muy buen dominio de su arma y de las técnicas de tiro adecuadas, condiciones que indefectiblemente mejoran con la práctica y el entrenamiento.
Ya sea que decida llevar su propio rifle al safari o que opte por usar los de la compañía outfitter, es fundamental que con tiempo suficiente antes del viaje, comience con una práctica sistemática de tiro adecuada a las condiciones que encontrará en el terreno. Si no está seguro de que es lo que encontrará en África, hable antes con su profesional y pídale información sobre las características del lugar, el tipo de vegetación y las distancias promedio de disparo. Si no lleva rifle, averigüe que arma le darán y trate en lo posible de practicar con un calibre similar.
Llevar o no el rifle al safari es una decisión que deberá tomar en algún momento. En mi opinión, si el safari es de animales de planicie, no veo inconveniente en usar las armas que le provea la compañía, pero si estamos hablando de caza peligrosa, es aconsejable que use su arma personal con la que este más familiarizado y en la que confíe ciegamente.
Lo principal al comenzar la práctica de tiro previa al safari es alejarse de la comodidad de los bancos de reglaje. La única oportunidad que tendrá de tirar desde una mesa similar, será al principio de la cacería cuando regule la mira de su rifle. Luego de eso, solo podrá esperar situaciones de tiro a brazo alzado o de apoyos inestables.
Un programa de entrenamiento previo, debería incluir tiro de pie a brazo alzado a blanco fijo y móvil, de rodilla y sentado. La posición de cuerpo a tierra o tendido no es útil en la planicie pero es muy frecuente en lugares montañosos o de colinas -como los Drakensberg en Sudáfrica o Damaraland en Namibia-, donde podrá ubicarse en la cima de una colina y disparar a piezas que se encuentren en el valle a menor altura.
El tiro en posición de pie a brazo alzado se da generalmente cuando se dispara a la carrera o en algunas situaciones de caza peligrosa. El tiro con rodilla en tierra, es la posición más versátil que puede utilizarse, tanto para la caza de antílopes como para repeler una carga violenta de alguno de los cinco grandes, y la posición de sentado, es utilizada esencialmente para tiros de antílopes a medias y largas distancia a falta de un apoyo mejor. Estas dos últimas, son sin dudas, las más estables ya que permiten bajar el centro de gravedad eliminando inoportunos movimientos corporales.
Cualquiera de estas tres posiciones pueden practicarse a su vez con el uso de trípode, bípode o monopie, lo que le permitirá agregar un punto de apoyo extra y mejorar muchísimo la estabilidad del disparo.
La segunda etapa es practicar con el trípode. En condiciones reales podrá usar todo lo que tenga a la mano, desde una mochila, una piedra, un tronco, etc. pero nada de eso requiere una práctica de tiro especial. El trípode sí.
Practique con el que vaya a usar en el safari, aprenda la técnica correcta de sujetarlo (ver recuadro) y familiarícese con él. Es solo cuestión de tomarle la mano para que al momento del disparo no se convierta en un factor de distracción.
La tercera y última etapa del entrenamiento previo es la de tirar en seco. No hace falta que se vaya al campo ni al polígono. En su casa, con el rifle descargado, monte el cerrojo y dispare en seco concentrándose cada vez que lo haga. Revise mentalmente, la postura, el movimiento del arma y la presión que ejerce sobre la cola del disparador. Hágalo diariamente por unos cuantos minutos. Es la manera más sencilla, barata y efectiva de lograr una adecuada memoria muscular que le garantizará un disparo instintivo con una posición y técnica correcta.

Trípodes y Bípodes
Hay varias clases de trípodes de uso común en África. El más habitual entre los cazadores profesionales es el clásico modelo africano (ver foto), construido con tres varas de madera o caña sujetadas por una banda de goma (de neumático generalmente) a unos 15 cm. del extremo superior. Hay en el mercado americano algunas empresas que se han dedicado a fabricar este modelo sofisticándolo con punteras forradas en cuero que protegen la madera del rifle al apoyarlo, y con las tres varas divididas en dos tramos para permitir tiros rodilla en tierra o sentado. La ventaja de estos trípodes es que son livianos, fáciles de llevar y permiten la práctica en casa.
Luego están los trípodes del tipo Polecat (ver foto) más robustos y pesados que su ancestro africano pero mucho más versátiles. En realidad más que trípode son un son un set de apoyo, ya que tienen varas de fibra con regatones de caucho divididas en tres secciones telescópicas que permiten la regulación a cualquier altura, tanto para tiros de pie como sentado. Además si se desenrosca una de las patas se puede usar como bípode y como monopie respectivamente.
Existe una variante de bípode muy livianos pero consecuentemente menos inestables compuesto por varillas huecas de aluminio con un elástico interno con tres o cuatro tramos que se encastran a presión entre sí. Es un sistema similar a los parantes de las carpas iglú. Este sistema puede ser útil en determinadas ocasiones, pero brindan un grado de estabilidad similar al que puede lograrse con un apoyo eventual, con una buena posición sentado o de rodilla en tierra.
El otro sistema de bípode telescópico es el tipo Harris, que se adosa a la culata del rifle y son usados generalmente para disparos en posiciones inferiores: sentado, rodilla en tierra o tendido. En mi opinión no es práctico para llevarlo a un safari, donde las situaciones de tiro son muy variadas, además que el aparato plegado en la culata agrega peso e incomoda.
Por último, están los monopie. Esta herramienta, muy usada en cacerías europeas, casi no se ve en África. La estabilidad que se logra es mínima, y a mi entender solo vale la pena si se usa el que ya viene incluido en el set de apoyo, en los casos que por alguna razón no pueda usarse algo mejor.


Tiros de planicie
Las técnicas de tiro en un safari africano variarán de acuerdo al terreno, tipo de caza (de planicie o peligrosa) y tipo de rifle (cerrojo o doble).
En los safaris de caza de animales de planicies las distancias suelen ser largas de 150 metros en adelante. Allí se impone el tiro con apoyo.
Más allá del modelo de trípode elegido, los tiros de larga distancia en la planicie obligan a usar el apoyo lo más estable posible donde no sea un problema la rapidez en el encare del arma ni la concentración que demande ubicarlo para tener una posición cómoda. En general estas situaciones de caza dan el tiempo suficiente para la preparación correcta del apoyo. Es clave recordar que cuanto más bajo el centro de gravedad mayor estabilidad. Por lo tanto ya sea un apoyo natural o un trípode, lo ideal es hacerlo en posiciones de sentado, rodilla en tierra o tendido si el terreno lo permite.


Tiros de caza peligrosa
En término de técnicas de tiro, este tipo de cacería se diferencia sustancialmente de las de planicie. Aquí estamos hablando de distancias más cortas, en general de menos de 100 metros, con alta probabilidad de realizar disparos a animales en movimiento o en situaciones de carga y donde toda la concentración debe estar puesta en el punto de impacto de la pieza. Aquí no hay lugar para la más mínima distracción.
Las condiciones de tiros variarán de acuerdo a la especie que se quiera abatir y son muy diferentes unas de otras. En algunas es recomendable tirar a brazo alzado, en otras con un bípode y en otras con un trípode con dos puntos de apoyo y completa estabilidad. Veamos cada caso:
Leopardo
La cacería habitual de Leopardo se realiza desde el apostadero con un cebo colocado en altura a una distancia no mayor de 100 metros. Allí el más mínimo movimiento o ruido será suficiente para espantar de su comida al esquivo felino, por lo tanto, la alineación del rifle en dirección al cebo debe ser hecha previamente al momento de iniciar la espera. Para eso se utilizan sistemas que sujetan al fusil en dos puntos de apoyo. Algunas veces se sostiene el arma con un simple trípode y se cuelga de la estructura del apostadero una cuerda que pasa a la altura de la culata que oficia de segundo punto de sostén. De esa manera, el cazador podrá relajarse sentado en su silla durante las largas horas de espera y en el momento que aparezca el gato, el arma ya estará apuntando en dirección a la presa, evitando así hacer ningún otro movimiento más que el de incorporarse en la silla para lograr la posición de tiro.
El otro sistema usado en África para esta técnica es el de agregar un segundo punto de apoyo a un trípode mediante una vara o madera que sostenga al rifle por la culata (ver foto). De esa forma, también quedará el arma en posición apuntando al cebo evitando que el cazador realice cualquier tipo de maniobra más allá de la de colocar su ojo en la mira y su dedo en el gatillo.
León
Las condiciones de tiro de un león pueden ser varias: sentado desde un apostadero, recechándolo a una distancia prudente o recibiendo una carga directa. La técnica del tiro de apostadero es la misma que la del leopardo. Si se lo rececha, como lo más importante es ubicar el disparo en un órgano vital tratando de ultimarlo con un solo disparo, es imprescindible asegurar el tiro de la mejor manera posible usando un trípode o un bípode. Si carga, el brazo alzado es lo queda.
Con el animal a toda carrera la distancia se acortará rápidamente y ahí cualquier apoyo será un estorbo. En una situación de este tipo, la posición recomendable es ubicarse rodilla en tierra. De esta manera, se consigue bajar el centro de gravedad logrando mayor estabilidad que estando de pie, se obtiene un apoyo extra que es el brazo en la rodilla y se baja el arma alineando el cañón con el pecho del animal, que es donde deben ubicarse los disparos frontales para impactar en el corazón o en el cerebro que detendrán la carga.
Búfalo
Con excepción del tiro de apostadero, las condiciones del tiro del búfalo son similares a las de león. Si la distancia lo requiere, el uso de trípode es aconsejable. Tanto si el animal se encuentra en medio de una manada o es un dagga boy solitario, el uso de apoyo permitirá los segundos de relax necesarios para concentrarse en el animal y para identificar el punto de impacto preciso.
Si en cambio existe riesgo de carga o el animal se viene encima, lo mejor otra vez, es tirar de pie a brazo alzado o con rodilla en tierra. Si la distancia es muy corta y lo único que queda es un tiro de cerebro, es recomendable mantenerse de pie ya que en esa posición, el cañón quedará a la altura de la cabeza del animal.
Elefante
El tiro de elefante, es en general, de corta distancia. Algunas veces se da en lugar abierto y otras en monte de mopane muy cerrado. Si el lugar es abierto y existe una distancia de seguridad entre el cazador y el animal, es posible utilizar un apoyo que garantice la correcta ubicación del disparo. En cambio, si el animal está muy cerca, el tiro debe ser de pie y a brazo alzado. Si se conoce exactamente el punto de impacto no será difícil hacer blanco a corta distancia. La maniobra de apoyar el arma sobre el trípode (hecha por el mismo cazador o por el asistente) y apuntar desde ahí, puede distraer y hacernos perder vitales segundos de concentración. Algo que no puede pasar cuando se está lidiando con uno de los más peligrosos de los cinco grandes.


Recuadros
Técnica de tiro con trípode
Habitualmente el encargado de llevar el trípode en el safari es uno de los asistentes si se está en busca de caza peligrosa, o el mismo cazador profesional si se siguen antílopes. En cualquier caso, en el momento del disparo el trípode será colocado abierto y orientado hacia el blanco de manera que el cazador solo tenga que apoyar el arma y apuntar.
Si se dispara de pie, la altura del trípode abierto tiene que permitir una cómoda postura del tirador. En este sentido, los trípodes con tramos retráctiles o telescópicos son ideales porque se acomodan a la altura deseada. Esa es la contra que tienen los trípodes africanos compuestos por caña o palos.
Al ubicar el rifle, hay que tener en cuenta que se debe apoyar en a V del trípode la madera o chimaza y nunca el cañón. En cuanto a la mano contraria a la que presionará la cola del disparador, mi sugerencia es que se tome el arma y el trípode a la vez (ver foto). Esto mejorará la estabilidad de esa parte del arma al fijar apoyo y rifle y permitirá moverse en conjunto si hay que accionar el cerrojo para recargar o es necesario acomodarse mejor al momento del disparo.

Técnica de tiro con bípode
Algunos profesionales, prefieren el bípode al trípode especialmente en caza peligrosa. Kobus Schoeman, legendario maestro de cazadores profesionales me explicó una vez que la desventaja del bípode al tener menor estabilidad era compensada ampliamente con las siguientes cualidades al momento de disparar: no era necesario el uso de un asistente para colocarlo frente al cazador, (lo que evitaba distraer al tirador y el riesgo de tener una persona desarmada en un área crítica de seguridad); permite sujetar el arma y las dos varas a la vez con comodidad, en especial si el arma es un doble; es más liviano a la hora de transportarlo; y permite gran movilidad al cazador, que puede avanzar o retroceder con el rifle listo sin dejar de concentrarse en el animal. Este sistema tiene un solo inconveniente y es que parece fácil. No lo es. Requiere mucha práctica para experimentar y familiarizarse con la técnica, y esto naturalmente debe hacerse antes y no durante el safari.