Por Eber Gómez Berrade
Alce - El gigante majestuoso
Los alces en el mundo
El
nombre científico de la especie de alce es alces
alces. Existen por cierto numerosas sub especies dispersas por la franja
norte del hemisferio boreal, desde América hasta Asia. En total son unas ocho
variedades, de las cuales cuatro habitan Europa y Asia y cuatro América del Norte.
En Eurasia se encuentran el alce europeo (alce
a. a.) que habita la península Escandinava, Estonia, norte de Rusia,
Eslovaquia, norte de Ucrania y el oeste de los montes Urales; el alce de
Yakutia (alce a. pfizenmayeri) en
Siberia occidental; el alce de Kamchatka (alce
a. buturlini), en Siberia oriental; y el alce de Amur (alce a. cameloides) en Mongolia y Manchuria.
En
el continente americano se encuentran las siguientes variedades: el alce de
Alaska o Gigante (Alces a. gigas) que
habita en todo el territorio del estado de Alaska y es el de mayor tamaño; el
alce canadiense occidental (alces a.
andersoni), que se distribuye en la Columbia Británica, en este del Yukón y
en los Territorios del Noroeste; el alce canadiense oriental (alces a. americanus) en el oriente de
Canadá; y el alce de Yellowstone (alces
a. shirasi), en el sur de Alberta, y en los estados de Wyoming, Idaho,
Utah, Colorado, Oregon y Montana.
Los alces de Alaska
La
subespecie de Alaska es la más grande del mundo. Su nombre científico es Alces
Gigas, es decir alce gigante. Los ejemplares de Kamchatka en Rusia, pueden
también llegar a emparentarse con el tamaño de sus primos de Alaska. Esta
característica debe ser muy bien considerada de antemano por el cazador, ya que
muchas veces se desconocen las distintas subespecies que se encuentran en
diferentes regiones, y por lo tanto puede llevar a errores o grandes
decepciones una vez contratada la cacería.
Hay
que tener en claro que no es lo mismo un alce de Canadá que puede llegar a obtener
una apertura promedio entre las palmas de 45 pulgadas, con el de Alaska, cuya
medida promedia las 60 pulgadas. Un trofeo record de alce Shiras de Yellowstone,
difícilmente alcance el tamaño mínimo para ser inscripto comparado con uno de la
variedad de Alaska.
Para
tener una idea de la magnitud del alce gigante digamos que en un macho adulto,
la altura a la cruz alcanza los 2.10 metros, y puede llegar a pesar unos 700
kilos. En otras palabras, supera la altura corporal de un caballo y alcanza el
peso de un búfalo africano.
Como
todos los ciervos son herbívoros, se alimentan de hojas y ramas, precisan unos
32 kilos de alimento por día. Los machos son solitarios y sólo se relacionan
con las hembras en la etapa de apareamiento. La época de brama se extiende
desde Septiembre a Octubre en el otoño boreal, y la temporada de caza va desde el
25 de Agosto al 25 de Septiembre.
El trofeo
Su
enorme cornamenta representa todo un desafío para los medidores de trofeos de
cualquiera de los sistemas existentes. En general, cada uno de estos métodos considera
la apertura externa, el ancho y el largo de cada palma, la circunferencia de la
roseta y el número total de puntas.
La
evaluación del trofeo en el terreno requiere un cierto grado de profesionalismo
y experiencia, ya que al moverse solos fundamentalmente no es posible comparar
ejemplares, y se debe tener muy claro cuál son los requisitos mínimos legales
para abatir una pieza según lo que establezca la legislación de fauna
local.
El
histórico libro de récords de Rowland Ward registra al alce más grande cazado
en Alaska, al obtenido por P. Niedieck en el año 1909, que alcanzó una apertura
de 77 pulgadas y media con unas 34 puntas.
Para
el norteamericano Boone & Crockett Club, el mayor alce capturado en Alaska
fue el que obtuvo John Crouse en el río Fortymile, en el año 1994 y que alcanzó
una apertura de 65 1/8 de pulgada, también con 34 puntas en total.
Oso Pardo - El aguerrido dueño de
los bosques boreales
Así
como África cuenta con sus 5 o 7 Grandes según el caso, que incluyen a las
especies más agresivas y peligrosas de ese continente, América del Norte, posee
también una clasificación similar para referirse al grupo de especies endémicas
mayores. Esta clasificación naturalmente, no está dada desde el punto de vista del
taxonomista, sino del cazador deportivo que agrupa así a los trofeos más
buscados de esa región septentrional.
De
estas cinco especies, sólo los osos pardos y negros poseen en su comportamiento
la opción de atacar si sienten que su espacio vital ha sido invadido, o se
encuentran ante una agresión directa. Aquí también podríamos incluir al oso
polar, que lamentablemente cuenta desde hace unos años con categoría absoluta
de protección por parte de CITES. Como digresión, me permito decir, que las
causas de la involución de esta exótica especie, se debe a los trastornos
provocados por el calentamiento global, que está reduciendo considerablemente
su hábitat en el casquete polar, y no por motivo de la presión cinegética de
cazadores deportivos ni de subsistencia como los pobladores inuit. Valga la
aclaración en tiempos de permanentes confusiones.
El
resto de las especies de cérvidos y carneros, sólo disponen obviamente de la
huida en caso de agresión, aunque la dificultad para cazarlos en sus ambientes
naturales hacen que el desafío sea tan o más interesante que las especies
peligrosas.
Osos pardos en América
del Norte
América
del Norte es sin dudas una tierra de osos. Desde los negros, hasta el Polar,
pasando por las diferentes clases de pardos, el territorio de los Estados
Unidos y Canadá cuenta con una importante población de estas especies, que
muchas veces son confundidas por el público en general, y de las cuales la
mayoría son trofeos de caza altamente buscados. Se estima que en los Estados
Unidos hay una población actual de 35.000 osos pardos, de los cuales el 95%
habita en Alaska, el Estado más grande de los Estados Unidos con 1,7 millones
de kilómetros cuadrados.
Alaska
es un territorio imponente con una interesante historia, que comienza cuando fue
comprado por el gobierno americano a Rusia en 1867, por sólo 7.2 millones de
dólares. Además de ser el más grande y el menos habitado, tiene una gran
biodiversidad y cuenta además con el pico más alto de América del Norte, el Mc
Kinley o Denali de 6.194 metros de altura.
Especies y
subespecies
El
nombre genérico de la especie es Ursus
arctos, y se lo conoce popularmente como oso pardo o marrón. Tiene una
amplia distribución en Europa, Asia y América del Norte. Es allí, en esa parte
del mundo donde se encuentran a su vez tres sub especies muy famosas: el
Grizzly (Ursus arctos horribilis), el
pardo de Alaska o Alaska Brown Bear (Ursus arctos alascensis), y el Kodiak (Ursus arctos middendorffi). Estas tres sub especies coinciden en diversas
áreas del territorio de Alaska y poseen distintas características que los
diferencian entre sí notablemente.
Grizzlies y Kodiaks
El
extraño nombre del Grizzly, proviene del inglés “grisly” que significa horrible
o espeluznante, y de ahí su designación científica en latín, ursus arctos horribilis. También se los suele
denominar osos del interior, porque su hábitat se encuentra en las montañas y
valles boscosos del interior del Estado. Es el de menor tamaño de las tres sub
especies, alcanzando excepcionalmente un peso de 400 kilos y tienen un porte
promedio de 1 metro de altura a la cruz, y 2.4 metros parado en sus dos patas.
Como
la mayoría de los osos, son omnívoros, es decir que todo está dentro de su
menú. Al vivir en el interior (lejos de la costa), su dieta se compone mayormente
de la recolección, la pesca de truchas, salmones y robalos, y de la caza de
alces, caribúes y venados, especialmente de crías. Aunque el 90% proviene de
los vegetales recolectados, como frutos, raíces y hojas. El mayor esfuerzo
energético que debe realizar para alimentarse, así como una alimentación
mayormente vegetariana, hacen que alcancen a un tamaño menor que los osos que
habitan las costas. Son territoriales y dada la baja tasa de reproducción, las
hembras suelen ser las más agresivas de todas si están en presencia de oseznos.
El
Kodiak pro su parte, conocido también como oso gigante de Alaska. Es el mayor
de los pardos, y uno de los carnívoros terrestres más grandes del planeta.
Llega a alcanzar los 600 o 700 kilos, con un porte de 1.3 metros de altura a la
cruz. Parados, pueden superar los 8 o 9 pies de longitud. Son solitarios, y sólo
se mueve en comunidad en la etapa de reproducción y luego de la parición de la
hembra. Comparado con el Grizzly, el Kodiak es más robusto y posee un pelaje
más largo y denso. Se alimenta mayormente de una dieta carnívora en base de
salmones y focas, y también caza mamíferos como crías de alces u otros ciervos.
Su mayor masa muscular, requiere de una alimentación con mayor cantidad de
proteínas.
El trofeo
En
líneas generales, el trofeo del oso lo conforman el cráneo y la piel completa.
Es costumbre que para tener una dimensión general del animal, se mida el largo
completo en pies y fracciones de pulgadas. Sin embargo, a los efectos de la
inscripción en los sistemas de medición, lo que califica como trofeo es la
sumatoria de la parte más ancha y la más larga del cráneo. Así es como libros tales
como Rowland Ward, Safari Club Internacional o Boone & Crocket, los miden
utilizando los sistemas definidos para carnívoros, el mismo que para medir
felinos por ejemplo.
En
este sentido, y de acuerdo a la clasificación de Rowland Ward, los osos pardos
del continente americano se dividen en Grizzly Bear y Alaskan Brown Bear, que
este libro clasifica como Ursus arctos middendorffi
o Kodiak. Una clasificación similar hace el sistema Boone & Crocket
destinado exclusivamente a especies de América del Norte.
El
record de oso Grizzly inscripto en el Boone & Crocket es 27 13/16 de
pulgada, de un ejemplar recogido en el Monte Lone, en Alaska en 1976 por Gordon
Scott. Por su parte, el récord de Kodiak, alcanzó las 30 12/16 de pulgada, en
un monstruo cazado en la misma isla de Kodiak en 1952 por Roy Lindsley.
En
tanto que el Rowland Ward, inscribió como primero en su ranking de Grizzly, a
un ejemplar que midió 26 pulgadas, cazado en Alaska en 1981 por el Dr. José
Alfredo Martínez de Hoz. En cuanto al más grande de los Kodiak inscriptos en
ese libro, figura uno de 31 ¾ de pulgada, cazado en Alaska en 1909, por J.W.
Anderson.
A
los efectos de la evaluación en el terreno, tanto el guía como el cazador se
regirán por la estimación de la tamaño corporal completa, medido de la cabeza a
la cola. Convengamos que es imposible calcular las medidas craneales de un
ejemplar vivo a la distancia. Si hablamos de Grizzlies y como parámetro
general, un ejemplar de 200 kilos y que mida 6 o 7 pies, será un muy buen
trofeo. En el caso de un Kodiak, un tamaño de 8 pies para arriba, será un
excelente animal, ahora si hablamos de un 9 o 10 pies de largo y un peso de 700
kilos, estaremos frente a un trofeo de características excepcionales.
El
caribú es uno de los símbolos más destacados de la fauna silvestre del
hemisferio norte. Es un ciervo de tamaño mayor que, junto con el Alce reinan a
discreción en los bosques y montañas de Alaska. Presenta interesantes desafíos
que lo ha convertido en uno de los trofeos de cérvidos más buscados por los
deportistas internacionales. La dificultad intrínseca de su cacería sumada a
las complejidades que le agrega un terreno inhóspito y el clima impiadoso de
Alaska, hacen que se haya ganado un lugar de privilegio entre los 5 Grandes de esa
región.
Caribúes y Renos
Caribúes
y Renos son casi lo mismo, pero no lo son. En líneas generales, se puede decir
que cuando se hace referencia a Renos, se habla de los europeos y asiáticos, y
cuando se habla de caribúes, a los americanos. En realidad los renos emigraron
originalmente de Europa hacia América del Norte hace miles de años, a través
del estrecho de Bering durante los períodos interglaciales. Hoy en día en
Alaska, algunos de estos renos europeos fueron introducidos como especies
domésticas para el consumo de su carne. Ambos forman parte del mismo género
biológico, los Rangifer, y ambos
cuentan con diferentes subespecies. Existen tres subespecies de Renos que
habitan la placa euroasiática y cuatro la americana. En términos de tamaño,
puede decirse que los caribúes son más grandes que los renos.
Los Caribúes
americanos
En
lo que respecta al Caribú Americano, la especie lleva el nombre científico de Rangifer Tarandus, y se conocen cuatro
sub especies que se distribuyen en Alaska, Canadá y Groenlandia. Estas son el
Caribú de Grant (rangifer tarandus granti),
también conocido como Alaskan Barren Ground Caribou, que habita en Alaska y en
el río Mackenzie en los Territorios del Noroeste canadiense; el Caribú de
Groenlandia (rangifer tarandus
groenlandicus), que se distribuye al sudoeste de Groenlandia, la isla de
baffin, la isla Southampton y parte de os territorios del noroeste; el Caribú
de Peary (rangifer tarandus pearyi),
que habita algunas las islas del Ártico; y el
Caribú del Bosque o Woodland Caribú (rangifer
tarandus caribuou), que se distribuye desde el río Copper en Alaska, los
territorios del noroeste, hasta Labrador y Newfoundland en el este.
En
promedio un Caribú macho puede medir hasta 1.4 metros hasta la cruz, y llegar a
pesar hasta 300 kilos. Los caribúes son los únicos ciervos en el mundo en los
que las hembras también tienen cornamenta aunque mucho más pequeña y fina.
Poseen un espeso pelaje de color grisáceo, mucho abundante en inverno, son
rumiantes, gregarios y se mueven grandes distancias en migraciones anuales
entre zonas de invernada y de cría. La brama se da en el otoño boreal (nuestra
primavera) donde dejan de desplazarse. El volteo de su cornamenta en Diciembre
y las pariciones entre Mayo y Junio. La
temporada de caza en Alaska se extiende desde el 10 de Agosto hasta el 30 de
Septiembre.
El trofeo
A
los efectos de la inscripción en los libros de récords, las clasificaciones taxonómicas
de las especies americanas varían de uno a otro sistema. Por ejemplo, para el
Boone & Crocket, hay cinco grandes subespecies: el Mountain, el Woodland,
Barren Ground, el Canada Barren Ground, y el Quebec-Labrador. Para el Safari
Club International en cambio hay seis, y para el Rowland Ward sólo una.
La
evaluación del trofeo en el campo del Caribú puede ser muchas veces algo
dificultosa, debido a las variables que su gran cornamenta presenta, lo que
requiere sin dudas de la experiencia del guía local. En este sentido, los
sistemas de medición esencialmente coinciden entre sí, siguiendo los mismos
parámetros que para el común de los ciervos, es decir que consideran la
longitud de la cornamenta, la circunferencia de la roseta, la cantidad de
puntas, la apertura interna y externa y en este caso particular, la apertura de
la palma superior e inferior.
Como
característica distintiva para la evaluación, digamos que siempre se buscan
ejemplares con mayor apertura, mayor cantidad de puntas y en lo posible una
doble pala frontal inferior (conocida como shovel en inglés). Por su puesto,
que si esas palas, poseen forma de palmas (similares a la de los ciervos
damas), mucho mejor será el puntaje a obtener como trofeo.
Carneros Dall y Stone
El
carnero Dall pertenece a la familia de los ovis
dalli y su nombre científico es ovis
dalli dalli. Fue nombrado así en honor al naturalista estadounidense William
Healey Dall, uno de los primeros exploradores científicos que realizaron
investigaciones en Alaska.
Dentro
de la misma familia de ovis dalli, se
encuentra el carnero Stone (Stone sheep), ovis
dalli stonei, también nombrado por su descubridor, el naturalista Andrew
Jackson Stone. Este es un poco más grande de porte que el Dall y totalmente
marrón. Según James L. Clark, autor del clásico libro “The great arc of wild
sheep”, existe una sub especie de Dall, que denomina ovis dalli kenaiensis, por ser endémica de la península de Kenai.
Según sus registros, estos ejemplares son también enteramente blancos, pero un
poco más pequeños en cuerpo y cornamenta que el ovis dalli dalli.
Existen
cruzas de ejemplares blancos (Dall) que poseen manchas marrones (Stone), y se
cree que es la misma especie que va modificando su pelaje a medida que se
asienta en áreas más australes. Por esa razón, el Dall es totalmente blanco, con
un pelaje corto que se mimetiza perfectamente con la nieve de las altas
cumbres. Se distribuye en las montañosas del sub ártico de Alaska y Canadá, y
habita en una franja que va desde los 2.000 a los 2.500 metros de altura sobre
el nivel del mar.
Su
cornamenta es marrón, tirando a dorada, y más fina que las de los “big horns”
que habitan suelo norteamericano. Ambos sexos tienen cornamenta, y en los
machos maduros, los cuernos suelen dar una vuelta completa, convirtiéndolos en
uno de los trofeos más preciados para los amantes de la caza de montaña. Los
machos adultos alcanzan una estatura aproximada de 97 cm. a la cruz y un peso
que ronda los 80 kilogramos. De acuerdo a las estaciones climáticas y la
existencia de alimento, los Dall pueden llegar a migrar hasta seis veces en el
año. De acuerdo a estudios recientes de ejemplares censados en la naturaleza,
alcanzan los 10 años de vida.
El trofeo
Como
todos los carneros y ovinos del mundo, se considera trofeo a su cornamenta. Los
distintos métodos de medición coinciden en registrar la longitud de cada cuerno
desde la base hasta la punta, sumando la circunferencia de la base, y algunos casos,
agregándoles las medidas entre puntas, como así también medidas de circunferencias
intermedias de cada cuerno según sea el caso.
La
evaluación del trofeo en el campo no presenta mayores dificultades, si se
cuenta con buen instrumento óptico y un poco de práctica en la caza de ovinos.
El récord inscripto en el libro Boone & Crocket arrojó una medida total de
la cornamenta (largo de cuernos y circunferencia) de 189 6/8 de pulgada, cazado
en 1961 por Larry Swank en las montañas Wrangell, sobre el golfo de Alaska.
Para el Rowland Ward, el trofeo más grande inscripto fue el obtenido en el
Yukón, por el Mayor A.L. Snyder en 1909, cuyos cuernos alcanzaron las 49 ¼ de
pulgada de longitud.
Dónde encontrar los mejores
trofeos
En
Alaska, se encuentran en mayor medida en las montañas subárticas de la Reserva
Denali, en las proximidades del Monte McKinley, el Mackenzie, el Yukón y de los
territorios del Noroeste. En las áreas del centro y noroeste de Alaska, como
Alaska Range su pelaje es completamente blanco, y las manadas que se encuentran
hacia el sur del estado, comienzan a tener su cola más oscura y manchas
marrones. Hoy en día un macho que alcance las 32 a 35 pulgadas de longitud, es
considerado un muy buen trofeo. Para dar con aquel macho viejo soñado,
naturalmente el cazador deberá internarse en áreas más remotas y de mayor
altura. Por las dificultades para conseguir alimento, tal vez esos ejemplares
no cuenten con cuernos gruesos y sean más pequeños de cuerpo, pero seguramente
habrá buenas chances de obtener un ejemplar de mayor edad y por ende, con una
cornamenta más larga.
Los osos de América
del Norte
El
oso negro es, sin lugar a dudas, la especie que mejor se ha adaptado a los
ambientes geográficos de América del Norte. Su distribución va desde las
montañas de Alaska en el norte, hasta México y la Florida en el sur, y desde
California en el oeste hasta New Hampshire en el este de los Estados Unidos.
Virtualmente
vive en todos los terrenos, con excepción de las grandes planicies y los
desiertos. Por la capacidad de obtener alimento y refugio, prefiere los bosques,
la tundra y las áreas montañosas.
Todos
los osos negros de América del norte pertenecen a la misma especie: el ursus americanus, sin embargo la
comunidad científica ha identificado unas dieciséis sub especies, muchas veces
relacionadas con el hábitat y otras con la coloración de su pelaje. Es así, el
pelaje del oso negro, no siempre es negro como la lógica indicaría. De hecho,
existen variedades de tonalidades que van desde el negro más azabache, hasta el
marrón, el rojizo, el canela, el rubio, el azul, e incluso hasta el blanco.
De
todas maneras, a los efectos de la cacería, estas clasificaciones taxonómicas
no son muy relevantes, más allá del hecho de que es recomendable conocerlas
para saber exactamente lo que uno podrá encontrar en cada área. Un detalle que se
debiera tener en cuenta a la hora de contratar una cacería. He visto cazadores
caer ingenuamente en “errores de interpretación” al momento de aprovechar una
irrechazable oferta de oso marrón (Brown Bear) a un precio de ganga, que
finalmente terminó siendo un oso negro (Black Bear) pero con pelaje marrón, que
naturalmente es mucho más barato. El ingenio popular no descansa, dicen.
Las
variedades de tonalidades más inusuales y llamativas son las del oso negro
blanco (que no es un oso polar, aclaro), sino una subespecie que habita el
archipiélago de las islas Charlotte en la Columbia Británica, y cuenta con una
categoría de protección de CITES. El oso negro azul, conocido también como oso
de glaciar, oriundo del sud este de Alaska, particularmente del área de
Yakutat, bastante raro por cierto. Y por último, los osos negros de las
Rocallosas, en donde -además del negro- se los encuentra en pelajes de tonalidades
marrones, rubias, rojizas y canelas.
Estos
mamíferos omnívoros pueden llegar a medir hasta 2 metros de largo y 1.5 metro
de altura a la cruz. Son obviamente más pequeños que sus primos los osos pardos
y los polares, pero en Alaska pueden incluso superar el tamaño de un grizzli modesto.
Los machos pueden tener un peso que va desde los 120 hasta los 300 kilos. La
variación de peso está dada, además de la subespecie de que se trate, por la
época del año, ya que en líneas generales, en primavera habrá acumulado grasa
suficiente que le permitirá afrontar el invierno con reservas de energía
adecuadas. En muchos casos, un ejemplar puede perder hasta un 30% de su peso
luego de la temporada invernal.
Como
la mayoría de los úrsidos, los negros pueden mantenerse y movilizarse de pie,
cuentan con garras no retráctiles, y poseen un sentido muy desarrollado del
olfato y del oído. Se estima que en la actualidad la población de osos negros
en todo el continente americano no sobre pasa el millón de ejemplares.
Osos negros en Alaska
En
Alaska propiamente dicha, con las excepciones mencionadas, los osos negros, no
pueden ser más negros. No sólo eso, sino que también, son los más grandes en
tamaño corporal. Allí hay claro, varias sub especies como la ursus americanus americanus, emmonsii,
carlottae, hamiltoni, perniger y pugnax.
En
general, además suelen ser los ejemplares más grandes, pudiendo a veces superar
como dije, a un grizzli mediano. Se adaptan perfectamente a bosques, ríos y
zonas de altura media en las montañas sub árticas, pudiendo encontrarlos hasta
los 3.000 metros de altitud en los valles y montañas cercanas al monte McKinley
en la Reserva Nacional Denali, donde comparten hábitat con sus colegas los pardos.
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