Por
Eber Gómez Berrade
Los
cazadores locales que se animan a realizar cacerías fronteras afuera, suelen
encontrarse con la posibilidad de obtener especies poco frecuentes y no muy
populares como es el caso de algunos ciervos que habitan lugares tan distantes
como América del Norte, Nueva Zelandia, Europa o Asia. Estos “otros ciervos”
son el Wapiti, el Cola Blanca, el Mula, el Sitka, el Corzo, el Sambar, el Rusa
y el Sika. Lo que sigue, es un análisis de cada una de estas especies, que -muchas
veces- o no se conocen, o se confunden por similitudes taxonómicas, pero que de
todas maneras, se han convertido en emblemáticos trofeos representativos de los
más variados ecosistemas del mundo.
La
gran familia de ciervos, o Cervidae, de
acuerdo a su nombre científico, cuenta con más de 90 especies distribuidas por
todos los rincones del planeta. Muchas están protegidas por CITES como nuestros
huemules y venados de las Pampas, y otras se han convertido en las más cazadas
de la historia como el Cola Blanca de los Estados Unidos o nuestro inefable
Colorado en Europa, Nueva Zelandia y Argentina. Hay también ciervos muy raros
como el tufted deer o ciervo de copete de China.
Sin
embargo, para este análisis he elegido a ocho especies, que suelen ser muy
representativas, de cacería exigente y por lo tanto, de las más buscadas por
los cazadores internacionales.
Características
comunes
Estas
ocho especies de ciervos, comparten varias características comunes. En primer
lugar ninguno de ellos suele figurar en los puestos estelares del menú de
opciones que ofrece América del Norte, Europa o Nueva Zelandia en materia de
cacerías. En general, cuando pensamos en Alaska, pensamos en el gran Oso Pardo
o en el Alce Gigante. Si hablamos de Nueva Zelandia, un ciervo Colorado inmenso
y de genética nos viene de inmediato a la mente. Sin embargo, me permito
sugerir que -una vez pasado el deslumbramiento inicial al evaluar estos
destinos cinegéticos-, el cazador deportista fije sus ojos e intereses en estas
especies de astados que sin duda alguna constituyen un gran desafío y una
inmejorable oportunidad de obtener verdaderos representantes de fauna muy ajena
a lo que estamos acostumbrados a ver y cazar en nuestra tierra.
La
otra característica que tiene en común es que su cacería no representa grandes
diferencias entre una u otra especie, independientemente del lugar donde se los
cace. Ya sea que se vaya por el gran Elk americano, se elija un Sambar
neocelandés, o un pequeño corzo austríaco, el cazador deberá enfrentarse a
largas caminatas, entre montañas y bosques, debiendo ser muy cauteloso a la
hora de la aproximación final. Nada muy distinto a nuestras bramas de colorado
en La Pampa o Patagonia según sea el caso. Lo que forzará el que lo intente, a poseer
un estado físico apto para largos recechos y condiciones climáticas variables.
En
término de armamento, también existen grandes similitudes con nuestras cacerías
de colorado, damas o axis. Armas livianas y con excelentes ópticas serán
obligatorias para alcanzar un desempeño exitoso.
Obviamente
existen diferencias de porte entre el Elk (equiparable a un colorado grande), y
el Corzo, (equiparable a una Corzuela roja). El resto son ciervos de porte
mediano, que permitirán distancias de tiro de media distancia en el monte a
tiros largos en ambiente de montaña. Por lo tanto, los calibres recomendados
deberán ser rasantes en todos los casos, y podrán ir desde el .243 Win. o .270
Win., hasta el .300 Win Mag. o 7 mm Rem. Mag. según sea el caso.
Ya
sea que se vaya tras un Sika free range en Nueva Zelandia, o de un Sitka,
también free range en los valles de Alaska, recuerde siempre llevar la mejor
munición que pueda conseguir en el mercado, con la que además deberá practicar
y regular. Tiros largos, a especies esquivas y en climas cambiantes, requieren
el uso de lo mejor que se disponga, tanto en armas como en equipo de caza y
municiones.
Elk o Wapiti
Si
comenzamos nuestro viaje en busca de otros ciervos, por el norte de América nos
vamos a encontrar con el Elk o Wapiti, y en su denominación científica cervus canadensis. Ojo, a no confundirse
porque en Europa es habitual que llamen Elk al Alce.
Existen
once variedades de Wapiti, y ese nombre proviene de los indios americanos
Shawnee y significa anca blanca. En América del Norte se distribuye por los
estados del oeste como Oregon, Idaho, Montana, Wyoming, Clorado, Nevada,
Arizona, etc. En Asia existen siete subespecies que habitan el Kyrgiszstan,
Mongolia, el sur de Siberia y partes de China. Es una de las especies de cérvidos
que fueron introducidos en Nueva Zelandia con gran éxito, siendo allí y en
América los lugares donde es más habitual su cacería.
En
términos físicos es bastante similar al ciervo colorado, aunque un poco más
grande. Su pelaje es marrón claro en el cuerpo y oscuro en el cogote. Posee una
gran cornamenta y su estatura promedio puede llegar a un metro y medio a la
grupa. El peso promedio de un macho adulto alcanza a veces los 450 kilos. En
Nueva Zelandia las manadas libres de Wapiti se encuentran en la zona de
Fiordland, en la isla Sur. Allí la brama comienza a mediados de Marzo y se
extiende hasta Abril. Debido a las condiciones climáticas y el terreno en donde
se lo caza, tanto en Estados Unidos como en Nueva Zelandia, el cazador debe
estar en buena forma física y contar con un equipo adecuado a las exigencias de
la cacería. En Estados Unidos el record inscripto en Rowland Ward es de 70 ¼ de
pulgada de longitud en su cuerno principal, y fue cazado en 1898 por W. F.
Sheard. De los introducidos en Nueva Zelandia, el número uno alcanzó 60 pulgadas
y media en su vara principal, cazado en 1931 por A.D. Mc Donald en la localidad
de Fiorland, en la isla Sur de ese país.
Cola Blanca

Este
ciervo fue introducido también en Nueva Zelandia, Finlandia y República Checa.
Sin dudas, los dos destinos característicos de cacería son en la actualidad
Estados Unidos y Nueva Zelandia. Allí en el archipiélago neozelandés, se
encuentra la única población de las subespecies boreales (del norte) en el
hemisferio sur, y se lo puede cazar durante todo el año. Las mejores áreas allí
son: el Lago Wakatipu y la isla Stewart en donde hay grandes manadas en campo abierto.
El
cola blanca o white tailed deer, lleva por nombre científico odocoileus virginianus, y es considerado
un ciervo de porte mediano. Puede alcanzar una altura a la cruz de 1 metro, y
pesar hasta 200 kilos. Tiene un pelaje marrón claro, con mancha blanca en la
base del cogote, el abdomen y la parte interior de la cola como es obvio
imaginar. Su cornamenta es mediana de una forma muy particular y casi siempre
muy simétrica. En los Estados Unidos hay censados unos 30 millones de
ejemplares y unos 13 millones de cazadores de esos ciervos. Es sin dudas, el
trofeo más popular de ese país y uno de los más arquetípicos para aquel que
tenga intención de contar con algo representativo de esa parte de América en su
sala de trofeos. Existen numerosas maneras de cazarlos, al acecho en
apostaderos, sobre stands en los arboles y al rececho, y se usa para eso desde
escopetas, arcos y flechas (muy populares en el país del norte), ballestas,
armas de avancarga y por supuesto rifles de mediano poder. Existen excelentes
trofeos en las montañas Rocallosas y en los estados del medio oeste. El número
uno en Rowland Ward midió 32 ¼ de pulgada de longitud en su vara principal, y
fue cazado en 1913 por J.C. Philips en el estado de Michigan.
Mula

Sitka

Corzo

Para
los cazadores, los trofeos más comunes son los europeos. Una cacería de corzo,
representa de hecho, la quintaesencia de la caza europea, llena de tradición,
emoción y buen gusto. Los machos adultos llegan a tener una altura de 650 cm, y
un peso de no más de 60 kilos. Su cornamenta característica, su pelaje color te
con leche y su distintiva boca negra, junto con su alto grado de alertas ante
el peligro, lo hacen uno de las especies más buscadas por los cazadores
internacionales. Los trofeos más característicos provienen de Escocia,
Alemania, Austria, Polonia, Bulgaria y Hungría.
El
corzo anotado en el Rowland Ward en el primer puesto, data del año 1976,
logrado por C. Muff en el Cáucaso, y que llegó a medir 14 7/8 de pulgada de
longitud en la parte más larga del cuerno.
Sambar

Existen
cuatro subespecies similares morfológicamente entre sí. El Sambar es un típico
ciervo de seis puntas, como el Axis. En general alcanzan una altura a la cruz
que va de medio metro a un metro medio, y su peso varia de 100 a 200 kilos. La
coloración de su piel es marrón con una mancha blanca en el cogote que es
característica de su especie, teniendo algunos pelajes blancos en el vientre,
las patas y cerca de la cola. Es un típico ciervo tropical con una gran
capacidad de adaptación al medio, estando cómodo incluso en alturas que llegan
casi a los 3000 metros sobre el nivel del mar, como en el caso de Nueva
Zelandia.
Los
machos pueden ser solitarios o gregarios indistintamente dependiendo del
terreno que habiten. Son agresivos y han registrado comportamiento de ataques
cuando se lo intenta capturar con perros.
El
Sambar fue introducido en Nueva Zelandia en 1875 de ejemplares llevados de Sri
Lanka e India, y es allí y en Australia los únicos lugares del mundo donde se
los puede cazar, ya que en la mayor parte de los países donde tiene su hábitat
natural la cacería está prohibida. Por su tamaño, que lo ubica como el segundo
más grande de Nueva Zelandia, y dificultad en terrenos free range, es uno de
los trofeos más apreciados en el área del Pacífico Sur. Los meses de cacería
suelen ser mayo, Junio y Julio. Rowland Ward registra como especie introducida
en su puesto número uno, al obtenido por R.G. Hills en la isla Norte de Nueva
Zelandia en el año 1927 que tiene una longitud de su cuerno principal de 40
pulgadas y media .
Rusa

Los
mejores trofeos provienen de las manadas libres de Australia y de Nueva
Zelandia, especialmente las manadas del norte de Te Urewera y las del río
Whakatane en territorio maorí. El record según el Rowland Ward llego a medir 38
5/8 de pulgada, cazado por MC. Maroussem en la isla Mauricio en 1980.
Sika

Fue
introducido con mucho éxito en Nueva Zelandia, y algunos cotos de los Estados
Unidos e Inglaterra. Se estima que las grandes poblaciones de este ciervo en la
isla Norte de Nueva Zelandia, pertenecen a las subespecies de Manchuria y de Pekín.
Es un ciervo mediano, de pelaje marrón oscuro y una típica mancha blanca en la
cola. Un macho adulto alcanza una altura de 1.40 metro y un peso de 80 kilos
aproximadamente. Su cornamenta habitualmente tiene ocho puntas pero puede
llegar a tener doce. Es un excelente trofeo estético y de difícil captura. Otro
gran desafío que ofrece Nueva Zelandia. El record de Sika introducido, fue el
obtenido por M. Matsuka, en 1990 en Nueva Zelandia que alcanzó una longitud del
asta principal de 34 pulgadas y media.